martes, 10 de enero de 2012

Pequeñas pinceladas de colores para nuestra máquina del tiempo

Después de nuestro pequeño viaje al pasado, es preciso que veamos cual es la tendencia de hoy en día ya que al igual que hemos evolucionado, seguiremos evolucionando en todos los aspectos ya sean literarios, tecnológicos…
            Es preciso saber que las ilustraciones en los libros cobran cada vez más importancia, un ejemplo de ello es Rebeca Dautremer que aunque no son libros de infantil, crea álbumes de imágenes mezclando así los dos artes, el de la palabra y el de las imágenes.
Por tanto podemos ver que la ilustración también tiene una evolución y ya que hace parte de los libros no está de más tener unas pequeñas nociones de quiénes fueron los ilustradores de la literatura infantil.
La ilustración entre 1900 y 1936 estuvo en tiempo de vanguardias artísticas y fue un periodo de los más estimulantes de la cultura española. Propició la difusión de la obra de un grupo excepcional de artistas plásticos de la época, entre los que se encuentran los precursores de la ilustración española de libros para niños.  Pero éste momento se ve marcado principalmente por un gran cambio social, en el que el niño ya hace parte de la sociedad y por ello empiezan a tener sus tebeos, sus libros y esto conllevan a que tengan que estar ilustrados (Alicia de Carrol: “¿de qué sirve un libro si no tiene dibujos?).Las ilustraciones se llevaron a cabo por grandes artistas tanto modernistas como noncentistas catalanes que supieron alternar de forma natural pintura, grabado, cartelismo, publicidad y humor gráfico con la ilustración de libros infantiles.
Es necesario destacar tanto en Barcelona como en Madrid la gran producción editorial que hubo, y los nombres de los ilustradores que fueron muchos, entre otros, Apel les Mestres, Salvador Bartolozzi, Xavier Nogués, Josep Llaverías, José Sánchez Tena, Rafael de Penagos, Joan Junceda y Lola Anglada. Desgraciadamente estos nombres han quedado en su mayoría olvidados debido a los tiempos que corrían.
Las circunstancias a pesar de no ser favorables si aportaron algunas pinceladas de color como es el caso de los trabajos de Mercé Llimona (Barcelona, 1914-1997); las imágenes de María Rius (1938); los ternuristas niños felices de Ferrándiz (1919) y los trabajos de algunos espléndidos dibujantes de historietas como Blasco, Ambrós, Cifré, Vázquez, Ibáñez. Estos últimos alcanzaron gran popularidad en la época, tanto es así que se pueden oír frases como “aquellos tiempos del tebeo”.
En los años 70, la editorial Altea junto con el ilustrador y escritor Miguel Ángel Pacheco y el escritor y cineasta José Luis García Sánchez protagonizaron un impulso decisivo que permitió alumbrar un nuevo concepto de libros para niños, moderno y a la altura de los tiempos.
Los principales protagonistas de ese momento fueron, junto a Pacheco, el grupo de ilustradores formado por Asun Balzola, Miguel Calatayud, José Manuel Boix, Viví Escrivá, Carme Solé, José Ramón Sánchez, Ulises Wensell, Montse Ginesta y Karin Schubert, cuyos trabajos tuvieron una excepcional acogida en el país y una inmediata repercusión internacional. Rupturistas, originales y buenos conocedores tanto de los clásicos como de las nuevas corrientes artísticas, ellos supieron incorporar la contemporaneidad al panorama español. Siguen siendo los ilustradores de referencia de la literatura infantil española aunque poco a poco se va dejando paso a los siguientes, como puedan ser rebeca dautremer .

1 comentario:

  1. Vas muy bien. Avisa en el título cuándo das por zanjado el tema para valorártelo.

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