Muchas veces, para poder acercar los libros a nuestros niños deberemos usar diferentes adaptaciones. Para ello, lo primero que debemos de saber es que adaptar es adecuar un texto a unos receptores, criterios, objetivos o requisitos y siempre implica una modificación del texto.
Lo primero antes de usar una adaptación es escoger, seleccionar el texto o fragmento adecuado y para ello deberemos de tener claro qué características queremos resaltar y porqué. En el porqué existen temas subyacentes como puedan ser ¿qué quiero transmitir? (la sociología de la época, el estilo literario…). Una vez que tenemos claro esto, llega la parte más compleja, la adaptación.
Para adaptar un texto a una determinada edad, debemos de tener muy en cuenta que implica una modificación orientada por los objetivos, criterios y sobre todo por las características del receptor.
Podemos encontrar diferentes tipos de adaptación, la más ligera es la traducción y es necesaria para conocer la literatura de otros países. Pero existen más tipos como puedan ser:
· Cambiar de género: si hablamos de literatura, se puede cambiar el género, por ejemplo, pasar a verso una obra de teatro. Pero también se puede cambiar a otras artes como puedan ser las adaptaciones cinematográficas.
· Actualización lingüística: si un texto es muy antiguo, su comprensión va a ser muy difícil, sobre todo en los primeros ciclos de primaria, por ello se actualizará el vocabulario.
· Resumen: realmente no es una adaptación ya que consiste en la reseña de los contenidos del texto. Debemos de tener mucho cuidado ya que los venden como adaptaciones y no lo son.
· Adaptar la forma en base a unos criterios, objetivos… o adaptar los contenidos según unos criterios, objetivos… también se pueden adaptar ambos, forma y contenido.
· Fragmentos + recreaciones: esto consiste en un fragmento original, seguido de un resumen. Esta adaptación se suele usar en secundaria y bachillerato, permite la comparación de los textos.
Debemos de ser conscientes cuando usemos una adaptación si ésta está bien hecha, para ello es importante conocer un poco los autores más famosos, procuraremos no usar algo si no lo conocemos. Por ejemplo, no podemos olvidar que una buena traducción de poesía tiene que ser en prosa, ya que si se intenta en verso, al buscar las rimas, se cambia demasiado.
Se plantea una disyuntiva con las adaptaciones y es si es bueno usarlas o no ya que unos dicen que pierde la esencia el texto y otros afirman que la esencia la pone el lector.
Por otro lado, también existe un gran debate sobre si los niños tienen que leer obras que no son para ellos. En todas estas disyuntivas sólo hay un tema claro y es que debemos motivarles a la lectura tanto padres como profesores.
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