Es importante acercar la literatura a los niños, pero la gran pregunta es hasta qué punto se debe de acercar si esto va a suponer una adaptación.
En principio, si la adaptación está bien hecha no debería de suponer un problema. Aunque las traducciones supongan una ligera adaptación, para mi suponen un gran cambio.
No es comparable, ni se le parece un texto original a uno traducido, aunque sea con el mayor cuidado posible. Esto sucede principalmente por dos características, la primera es el ritmo y la segunda el vocabulario. Teniendo en cuenta que la literatura es el ARTE de la palabra, el ritmo en ella es esencial y si la variación transforma por completo el ritmo obtendremos una canción distinta, es decir, una obra distinta. Pero al traducir, no sólo cambiamos el ritmo, también forzosamente el vocabulario ya que hay palabras en los idiomas que no tiene traducción debido a que la cultura influye en ella. Para entender mejor esto pondremos un ejemplo, si viviéramos en el polo norte, donde constantemente hay nieve, la nieve sería una palabra frecuentemente usada porque además condicionaría nuestra vida. Esto implica que para nieve usaremos distintas palabras para referirnos a su textura… si nos trasladamos a España, la nieve es nieve y no tiene matices en la lengua ya que no son necesarios. Esto ocurre en todas las lenguas ya que la cultura es parte de ella.
Ante esta problemática surge lo siguiente, si no usamos las traducciones, entonces como acercamos la literatura de otros países a los niños. Creo que no podemos prescindir de las traducciones, pero no debemos de olvidar lo expuesto anteriormente y por ello es recomendable que los niños escuchen un fragmento original de la obra que se les haya adaptado. Adentrándonos un poco más en esta cuestión, queda hablar de la esencia del libro.
En un primer instante, parece que la esencia se vincula a un elixir y parece por tanto que es inmutable y se encierra dentro del libro. Pero si entendemos la palabra esencia como un concepto platónico en el que la realidad son sombras, en el que la esencia no se puede encerrar y es mutable, entonces podremos decir que la esencia es dirigida por el propio lector. Ahora bien, si un lector bilingüe lee la obra original y ésta le transmite una cosa y posteriormente lee la traducción y le transmite algo completamente diferente pueden darse tres casos. El primero, que la obra esté mal traducida, el segundo, que el lector haya madurado y por eso entiende otro significado, y por último, que la esencia está en el original y si se cambia, cambia la esencia.
A mi parecer, las tres respuestas son posibles, ya que en las conocidas letras siempre nos encontraremos con diferentes teorías muy bien argumentadas y demostrables. Cada uno elegirá la respuesta que se adapte mejor a su vivencia, por mi parte, si he de elegir una es la de la esencia está en el original. Por ello, como maestra creo que es importante acercar las obras maestras de nuestra cultura lo más posible, y si por ejemplo se van a trabajar las fabulas, teniendo escritores españolas no les haría leerse la cigarra y la hormiga, aunque si el tiempo lo permite sí la mencionaría y se la haría escuchar. Con esto, en ningún caso quiero decir que no le acercaría las obras importantes de otros países, pero creo que debemos de conocer mejor nuestra cultura ya que a veces se intenta tanto dar a conocer lo demás que nos perdemos lo que tenemos más cerca. Si tuviera que elegir una solo tipo de adaptación, sería imposible ya que dependiendo de la edad del receptor, los objetivos… y de lo que quiera transmitir usaría un tipo de adaptación u otra.
Por último, no debemos de olvidar cuando presentamos una obra literaria vincularla a la época para poder entenderla. La literatura es el elixir de la vida que conforme ha pasado el tiempo ha ido variando de color y no podemos ofrecer siempre el mismo porque entonces la literatura pierde sentido y se vuelve aburrida. Es importante que para que el niño disfrute, el libro no sea una pieza suelta en su cabeza, para aprender tiene que estar fijado a un entramado y ese entramado es la sociedad, las costumbres…
En definitiva, en la escuela las áreas deben de estar unidas entre sí ya que así el aprendizaje del niño se vuelve significativo.
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