martes, 17 de enero de 2012

Escritura creativa, nutriente de la inteligencia emocional

A lo largo de nuestro aprendizaje escolar, es importante detenerse a pensar qué es lo que hemos hecho, quizás para repetirlo, o quizás para no repetirlo
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Yo puedo decir que he tenido la suerte de no encontrarme siempre con el “profesor redacción”. Este profesor se reconoce ya que al terminar la clase o empezarla, según le dé, manda una redacción sobre un tema. El problema viene dado, cuando no se ha efectuado ninguna preparación anterior. No sé vosotros, pero a mí no hay cosa que más me aburriera que lo típico de “hazme un resumen del libro”. Aún así, he tenido mucha suerte porque a lo largo de mi vida me he encontrado con profesores que me han ayudado he inspirado al gusto por la escritura, y esto ha sido posible gracias a que muchos de ellos trabajaban la creatividad y la originalidad. Pero seamos sinceros, esto ocurre uno de cada diez casos. Recuerdo una actividad, parecida a la de la escritura automática en la que teníamos que escribir sin sentido…parezca que no a mí me resulto muy difícil, a ver cuántos de nosotros somos capaces de escribir sin pensar durante cinco minutos…. Al buscar información sobre este bloque y reflexionando sobre esta actividad, creo que su finalidad era sencillamente hacernos perder el miedo ante el papel. No era una actividad de creación, tenía que ver con el aprendizaje emocional.

 Es importante saber, que en la educación se puede trabajar la inteligencia emocional. Pero, ¿qué es la inteligencia emocional? Es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos. Incluye tener el conocimiento para manejar estos sentimientos, es sentir, controlar y modificar estados anímicos propios o ajenos.
Al enfrentarnos a un papel en blanco, nos encontramos con nosotros mismo, con nuestra mente, y es necesario conocerla para no tenerle miedo. Es obvio, que en los primeros ciclos de la educación primaria el controlar estados anímicos propios o ajenos es una tarea ardua y poco conveniente, pero sí podemos “enfrentarles a ellos mismos”. Cuando se crea, es necesario relacionar, sentir, recordar una serie de vivencias…. Esto es lo que une al niño con su interior. 

Por tanto, cuando hablamos de creación literaria, ya no sólo hablamos de originalidad y de disfrute, sino también hablamos de inteligencia emocional ya que el niño tiene que sentirse seguro, sentir y plasmar en un papel. Si el niño no se siente seguro, difícilmente va a escribir y no solo eso, también tendrá dificultades para relacionarse con los demás. Escribir, es una vía de escape, a la cual todos tenemos derecho. ¿Quién de nosotros no ha escrito un diario? 
Si queremos crear de verdad, es necesario que la mente fluya, estar a gusto consigo mismo y sobre todo VIVIR el momento, saborear las experiencias que luego permitirán que el lápiz fluya.

Abordando otro aspecto en lo que se refiere a la creación literaria, no se puede crear si no se comprende. Esto quiere decir, que es importante trabajar la comprensión lectora mediante actividades de reflexión y no de memorística. Aunque esto tiene que ver con el bloque anterior, está estrechamente ligado a este, ya que si no se comprende, difícilmente se puede crear con sentido, ya que para crear dependiendo de los niveles se necesita una argumentación.

Por ello, como maestros es necesaria la utilización de actividades de creación lúdicas, que creen seguridad y dejen la mente volar.

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